Cuando Konoe Moyako y su hermano menor, Akira, eran jóvenes, él dijo que quería casarse con ella. Naturalmente, Moyako decidió que su hermano pequeño era un pervertido completamente y que estaba obsesionado con ella. Ahora que ambos son adolescentes, Moyako está convencida de que necesita de ella para rehabilitarlo. Sin embargo, parece que la perversión está totalmente en su imaginación, y que no ayuda el hecho de convertir en espeluznantes sus inocentes situaciones.