El príncipe Wein está listo para traicionar la corona. Aunque, en realidad, ¿podemos culparlo? Tiene la tarea imposible de llevar este pequeño reino y no ha podido descansar desde que le dieron esa responsabilidad. Ahora se le ha ocurrido una maravillosa idea: subastar el país, y finalmente podrá retirarse. Pero cuando su pequeño plan sale mal y se gana el respeto de su pueblo, ahora tendrá más tarea de la que puede contar.